Hace ya unos días que he empezado a traducir al español un libro escrito por Karl Fogel llamado "Produciendo Software Open Source". La traducción de estos términos al castellano es bastante complicado por toda la ideología que les precede.
Por otra parte, es la primera vez que trabajo con DocBook. Para varios proyectos durante la carrera utilice LaTeX y su facilidad, parecido al HTML que ya conocia y su flexibilidad junto con Vi para realizar cambios me enamoraron. Pero DocBook da un paso más y permite una edición que aleja un poco más el contenido de la presentación. Esto siempre me ha parecido como la mejor manera de realizar cualquier labor. Incluso para el desarrollo de MonoCaffe he decidido utilizar Glade para evitar que el código del GUI se mezcle con el código real, además, puedo editar en cualquier momento y lugar el fichero XML o el código CS según lo vea necesario, aunque no creo que me atreva a editar el .glade sin el Glade mismo, demasiado XML para las pupilas te deja ciego, aunque si fueran verdad la de cosas que te pueden dejar ciego...
Por supuesto que investigue el DocBook y empece a trastear para modificar los diferentes juegos que permite, desde el índice hasta la presentación de las notas a pie de página, todo se puede cambiar para generar un fichero que cualquier WYSIWYG desearía.
Otra demostración de la flexibilidad de DocBook (y de TeX-LaTeX) es la posibilidad de utilizar un gestor de versiones como Subversion. El autor del libro es uno de los fundadores del proyecto Subversion (o SVN) y faltaría mas, todo el trabajo se realiza utilizando SVN, realizando builds diarios de las distintas colaboraciones que llegan para los distintos idiomas y enviando cada vez que se hace un commit, un correo con los cambios que los colaboradores han realizado. Esto le permite al equipo de traductores (todos voluntarios) leer los cambios y opinar sobre ellos, realizar modificaciones y como no, volver a versiones anteriores en caso de fallos. El tener todas las noches el último fichero con los cambios más recientes de todas las lenguas a las que se está traduciendo de manera instantánea y sin una gota de sudor por parte del autor.
Todo esto es posible, en primer lugar a que Karl ha utilizado una licencia CC para distribuir su libro gratuitamente desde su página en Internet. En segundo lugar, al software libre: Apache, SVN, DocBook, sendmail, etc. Y por supuesto a la filosofía del trabajo colaborativo impulsado por el Open Source Software.
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